Hoy en día, llevar una dieta equilibrada y nutritiva es esencial para tener una vida sana. Sin embargo, hay patrones de alimentación y elecciones en cuanto a la comida que desempeñan un papel muy importante en la prevención de las caries y las enfermedades de las encías.
La boca, los dientes y las encías, son esenciales para masticar y tragar. La boca es el punto de contacto inicial del cuerpo con los nutrientes que se consumen. Por lo tanto, lo que pones en tu boca influye en tu salud general, así como en la de tus dientes y encías. Está claro que, si tu alimentación es pobre, los primeros signos suelen aparecer en tu salud bucodental.
Habitualmente, en los tiempos libres y de ocio no se tiene en cuenta la salud bucodental. Esto se debe a las comidas ingeridas fuera de casa, en restaurantes donde no controlamos el alto contenido en azúcares. A continuación, te vamos a mostrar los alimentos que, si son consumidos en exceso, pueden perjudicar notablemente tu salud bucodental.
Los alimentos sin calorías como las galletas, pasteles y magdalenas son motivo de preocupación, por la cantidad y el tipo de azúcar que contienen y puede adherirse a los dientes. Las bacterias de la boca se alimentan de estos azúcares, liberando ácidos. Estos ácidos son los que provocan las caries, siendo una de las patologías orales que más tratamos en nuestra clínica dental situada en Madrid centro.
Las bebidas que contienen azúcar, como los refrescos, son especialmente perjudiciales y beberlas provoca un constante baño de azúcar en los dientes, lo que fomenta la caries dental. Asimismo, los refrescos incrementan la aparición de la placa y el deterioro del esmalte dental.
Es recomendable que sustituyas estos líquidos por agua, para no dañar tus dientes y proteger tu organismo. Además, es necesario que incluyas en tu dieta diaria frutas y vegetales con un contenido alto en vitaminas y minerales. De esta forma, contribuyes a reforzar el tejido periodontal.
Comida nutritiva pero ácida como las frutas cítricas y los tomates, es muy beneficiosa para proteger a las encías de elementos externos que puedan ser perjudiciales, gracias a su contenido en vitamina C. Sin embargo, si se consumen en exceso, puede generar debilitamiento del esmalte y a la generación de la sensibilidad dental. Es mejor, comerlos como parta de una comida y no solos.
Las frutas secas incluidas las pasas son perjudiciales para tu salud bucodental. Debido a que son pegajosas y se adhieren a los dientes, provocan la producción de los ácidos de sarro cosa que hace daño a los dientes después de haberlas comido. Por eso, la mejor opción es la fruta fresca.
En verano, es necesario controlar la ingesta de helados, ya que poseen un contenido alto de glucosa y el hielo incrementa la hipersensibilidad en los dientes. La sensibilidad en los dientes se produce cuando el frío se transmite hasta el nervio, a causa de la existencia de pequeños tubitos que conectan el exterior con la parte blanda del diente.
Las patatas fritas, por su índice elevado de almidón favorecen a la acumulación de las bacterias sobre todo en la zona interdental. Es recomendable, evitar este tipo de productos en exceso por su alto porcentaje calórico y la creación de caries.
Por último, hay que tomar ciertas precauciones y no dejar pasar la ocasión de realizar un cepillado de dientes tras la consumición de estos alimentos. De esta forma, se elimina el azúcar o las bacterias que pueden quedar en la boca. Por ejemplo, el azúcar no tiene que ser un problema si se lleva a cabo una buena higiene dental y se realiza un cuidado tras tomarlo. Así, se pueden evitar muchas molestias, incluyendo la sensibilidad dental.
Es necesario que lleves a cabo una higiene bucodental adecuada, evites comer en exceso todos los alimentos comentados anteriormente y acudas regularmente al odontólogo de tu confianza para conservar tus encías y dientes sanos; además de prevenir enfermedades orales futuras.